martes, 24 de septiembre de 2013

Miopes por los «smartphones»

Leer o ver series en el móvil puede generar dolor de cabeza y fatiga


La semana pasada, una madre llegó a una consulta de oftalmología en Pontevedra preocupada porque su hijo veía películas en su smartphone al irse a la cama. No es el único que lo hace, sobre todo desde que se popularizó este tipo de teléfonos móviles en España. Un estudio de la Spain Digital Future muestra como este es el país de Europa donde hay una mayor penetración de los smartphones, un 66 %. Leer el periódico, responder un correo electrónico, navegar en twitter, contestar un mensaje... se han convertido en actividades cotidianas que se realizan a través del móvil. Y eso comienza a tener ya sus consecuencias para la visión. De hecho, el abuso a la hora de utilizarlos puede derivar en el futuro, según el doctor Pedro Corsino Fernández Vila, presidente de la Sociedad Gallega de Oftalmología, en una «miopización» de la sociedad. Por no hablar de consecuencias como dolor de cabeza, fatiga, vista borrosa o picor en los ojos.

¿Por qué nos ocurre todo eso? «El ojo está hecho para ver bien de lejos. Un ojo normal necesita acomodar para realizar esa función. En ese proceso para ver bien de cerca hay un pequeño músculo dentro del ojo que se contrae y cambia la curvatura del cristalino», explica este oftalmólogo. Por eso, destaca que «el problema está en la combinación de una letra muy pequeña con el hecho de estar muy cerca del objeto que se está mirando y permanecer observándolo durante mucho tiempo».

De ahí que no sea lo mismo, por ejemplo, leer el periódico en papel-normalmente se sujeta a una distancia de unos treinta y cinco o cuarenta centímetros de los ojos-, que hacerlo en el móvil, que acostumbra a colocarse más cerca de la cara -entre quince y veinticinco centímetros-. «A una persona con la vista bien graduada estar leyendo o viendo una película o una serie en el móvil puede provocarle cansancio, algo que en alguien con hipermetropía puede tener como consecuencia dolor de cabeza, fatiga, vista borrosa o picor ocular», explica Pedro Corsino Fernández Vila.

Y hace un apunte: «Ver una serie con cascos en la cama implica ya unos cincuenta minutos o una hora pendiente de una pantalla muy pequeña y a una distancia de 15 o 20 centímetros, lo que supone un enorme esfuerzo acomodativo.

Además, la utilización de smartphones o tabletas puede provocar fotofobia y sequedad ocular al disminuir la frecuencia de parpadeo. Esta es, en estado normal, de unas dieciocho veces por minuto. Al leer se reduce a doce y cuando se está ante una pantalla de ordenador o ante el teléfono móvil disminuye a unas ocho. Esa bajada del ritmo del parpadeo lleva a una mayor evaporación de la lágrima y en consecuencia a síntomas de ojo seco: irritación, escozor, sensación de cuerpo extraño.



Pantallas LED

Otro tema es cómo influyen las pantallas de LED, presentes en los teléfonos móviles o tablets. Un trabajo dirigido por la investigadora Celia Sánchez-Ramos revela que un 93 % de las células del epitelio pigmentario de la retina expuestas a una luz directa de LED durante 72 horas mueren. El estudio de ese grupo de trabajo, que también ha desarrollado una pantalla protectora para teléfonos o tabletas, fue realizado con cultivos celulares in vitro de células de origen humano. Sobre ese trabajo, desde la Sociedad Gallega de Oftalmología apuntan que la verdad es que no se sabe cuáles van a ser las repercusiones del uso de estos aparatos sobre el ojo y, en especial, la incidencia en la degeneración macular. No hay información científica concluyente.

El doctor Fernández Vila dice que el problema es que esa exposición en exceso puede provocar cambios que no detecta una mera exploración oftalmológica «y estos pueden ser acumulables en el tiempo», sostiene. Además matiza que «puedes observar la retina y no apreciar ninguna alteración, pero los cambios fotoquímicos pueden ser acumulativos». De ahí que, como conclusión, aplicando un «principio de precaución», especialmente en niños, lo recomendable es ser moderado a la hora de leer, jugar o ver películas en esos aparatos.

Al disminuir la frecuencia de parpadeo, aumenta la sequedad ocular

MARÍA CEDRÓN

redacción / la voz 21 de septiembre de 2013






Fuente:http://www.lavozdegalicia.es/noticia/vidadigital/2013/09/21/miopes-smartphones/0003_201309G21P66991.htm

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